Surge una alternativa para la arquitectura: existe una bacteria capaz de regenerar el material con el que están construidos los muros y otras estructuras de concreto, lo cual puede significar una solución ante el desgaste y los desastres naturales.
Henk Jonkers, microbiólogo de la Universidad Tecnológica de Delft desarrolla un material de hormigón que incorpora esta bacteria. Su introducción en el mercado de la construcción permitiría que los muros rellenen sus grietas por sí mismas. Este hormigón mezcla pequeños gránulos que contienen bacterias Sporosarcina y lactato de calcio, fuente de alimento para estas bacterias. Los gránulos se mezclan con concreto común y están inactivos hasta que un agrietamiento permite que permee la humedad y las bacterias y llenan la rajadura con una sustancia igualmente rígida que el cemento.
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